La marca de Bolonia propone con esta XDiavel un desafío directo al mercado americano, en el que desde tiempos inmemoriales cuenta con un público de lo más entusiasta. Una moto que mantiene, e incluso potencia, ese aspecto musculoso de su hermana más europea, la Diavel, si bien se trata de una moto totalmente distinta, un modelo completamente nuevo, que sólo guarda en común con esa Diavel la rueda trasera.
Posición sobre la Ducati XDiavel
Lo primero que sorprende de este pepino custom, con su aspecto musculoso y rotundo, es la ligereza que ya se siente desde el momento en el que tiramos del manillar, cuando está apoyada en la pata de cabra, para subirnos a ella. Una ligereza que no representa sus 247 kilos declarados y que necesitas confirmar al sentarte sobre la moto y tantearla a un lado y a otro con las piernas, para terminar de creértelo de un modelo tan compacto como un bloque.
El trasero queda bien encajado y recogido en el asiento, algo que se agradecerá, y mucho, cuando vayamos en marcha, tal y como veremos a continuación. Las manos encuentran pronto el manillar de una manera espontánea; quedando sus puños separados por una distancia natural que igualmente resulta natural en esa situación. Los pies van adelante, a la posición más tópica del custom, la de una cruiser, contando con que el soporte de las estriberas permite desplazarlas en tres distancias diferentes.
En Curvas con la XDiavel
El peso de la XDiavel se ha aglutinado en el núcleo de la moto, a la par que la situación del centro de gravedad facilita el manejo de una manera sorprendente. Y así es cómo un bloque tan compacto, y tan opaco que no deja ver ni una rendija de luz al otro lado, resulta muy válido para definir la sensación monolítica que transmite a la hora de negociar una serie de eses enlazadas, por rápidos y violentos que ejecutemos sus cambios de dirección. Lo mismo ocurre con el apoyo en el paso por los virajes más rápidos, transmitiendo un aplomo sobre raíles.
Por otra parte, la descomunal diferencia de volúmenes que media entre los dos neumáticos podría hacernos pensar en una sensación de trípode alargado, como ocurre en algunas customs, que se siente cojo, como si se apoyase tan sólo sobre dos de sus patas mientras vamos inclinados, particularmente haciéndolo a alta velocidad. En la XDiavel no es así, en absoluto; y muy al contrario, en el momento de girar, la maniobra resulta mucho más fácil de lo que nos podrían hacer pensar los 240 mm del zapato trasero y la llamativa distancia entre ambos ejes (1.615 mm, 25 más que su hermana Diavel). La XDiavel entra con una llamativa facilidad, mucho más si aprovechamos la situación de las estriberas y pisamos la interior para ayudar al giro.
La XDiavel inclinado al máximo
Son 40 los grados de inclinación que declara Ducati, una cifra de auténtico récord en el mundo custom, que nos permite tumbar la XDiavel con confianza y sin miedo a que, de repente, el asfalto desaloje nuestro pie interior de la estribera, arrastrando el tacón, para dejarnos la pierna casi descabalgada; algo que puede ocurrir con relativa facilidad en cuanto te pasas tumbando sobre la mayoría de las custom.
La Ducati XDiavel: Una aceleración de Lanzadera
Si el aspecto de la XDiavel es realmente demoledor y brutal, costará menos trabajo al lector imaginar lo que se desencadena cuando provocamos al genio de su motor Testastretta. Sin embargo, la ingenuidad que proyecta la posición custom que ofrece esta Ducati con sabor americano contrasta con su carácter dragster, dando como resultado final una combinación, contradictoria sobre el papel, que arroja finalmente un resultado verdaderamente explosivo. Veamos:
Antes de abrir el gas a fondo de la XDiavel, casi conviene pasar las manos por el recipiente del talco, como lo haría un atleta de halterofilia, para agarrarse al manillar con los pies adelantados y con el tronco ligeramente inclinado hacia atrás. El punch es como el golpe de un martillo gigante de feria, que lanza la bola hacia el cielo hasta estrellarla contra la campana en el extremo de su rampa.
Una sensación de desgarro
Primero se siente una patada bestial que tensa los brazos estirados y los músculos del cuello para evitar que la cabeza se quede atrás. Después, con un tirón continuo, como el de la locomotora del AVE, se agradece la ergonomía envolvente del asiento, que sujeta nuestro trasero mientras que toda la fuerza del impulso se siente en los hombros y en los pies, colocados en ese estilo curtom, que quedan en vilo, ingrávidos, llegando a perder el contacto con las estriberas, para que en el segundo siguiente, el empuje se antoje sencillamente imposible al sentir cómo nuestros mofletes se pliegan hacia atrás.
Parece mentira que una moto tan larga pueda levantarse. Bien, pues no hay que dar ningún tirón con los brazos, ni hacer ningún esfuerzo en particular, simplemente con colgarnos del manillar, tal y como invita la posición de la XDiavel, y acelerar a fondo, la rueda delantera, con su medida deportiva, perderá el contacto con el asfalto. De ahí la necesidad del sistema Ducati Power Launch, que equipa a la XDiavel para dar toda la efectividad a las aceleraciones, y que en su nivel 3 mantiene la rueda delantera totalmente pegada al suelo.
¿Cómo explicar la sensación de aceleración de la XDiavel?
Bien. Pues, se podría decir que la aceleración en la XDiavel se siente diferente, de una forma mucho más brutal y excitante, que en una doble erre con más de 200 CV, aunque puedas plantarte con ella desde los 0 hasta los 100 por hora en dos segundos y medio.
Aunque cueste creer, lo cierto es que, en esa doble erre, que sin ir más lejos, puede ser, la Panigale 1299 S (enlace), no tendrás esa brutal sensación que te atraviesa el cuerpo sobre la XDiavel acelerando al máximo. Y es que en la deportiva no te llegan las impresiones de la misma forma, no sientes la aceleración con igual intensidad, a pesar de ser más rápida y eficiente, porque vas acoplado con la posición de argonauta que lleva un piloto de velocidad; en cambio sobre la XDiavel, su postura de caw boy a caballo de dos ruedas te expone a recibir absolutamente todo el impacto del empujón. Así pues, esa postura custom con aceleración de cohete dan como resultado la sensación de ir en moto a horcajadas de un verdadero proyectil impulsado por propulsión a chorro.
Finalmente, la pregunta sobre si acelera más la Diavel europea o la XDiavel, con su estilo más americano, la verdad es que, a juicio de un servidor, no tiene un respuesta medianamente clara, después de haber probado ambas intensivamente. En cambio, si lo que me preguntan es cuál de las dos se siente acelerar con más fuerza, con más intensidad, la respuesta apunta al instante hacia la XDiavel.
La diferencia de 2 CV a favor de la Diavel y la teórica ventaja de la correa dentada en la transmisión de la XDiavel no son –siempre hablando a nivel de sensaciones- las que marcan la diferencia. Sí es cierto que se siente en alguna medida el par motor de record que registra la XDiavel, 128.9, sin embargo, lo que realmente marca la diferencia es su posición custom, la más expuesta de todas al viento, a la lluvia, al frío…, y también a la aceleración.
Electrónica
Si continuamos considerando a la XDiavel en el mundo custom, no encontraremos un modelo más sofisticado, ni en las fantasías del Lado más Oscuro de la Moto. Y es que el control de tracción con sus 8 niveles, el ABS con un software de última generación y su asistencia en curva, el control de velocidad, el drive wibe rider con su desmultiplicación programable en tres recorridos, más los tres modos de conducción a seleccionar según el escenario por el que nos vayamos a mover, dan como resultado una cruiser con la electrónica de la deportiva más vanguardista.
Y si a todo eso, además, le sumamos los tres modos posibles del exclusivo sistema Ducati Power Launch que hemos mencionado, resulta que este reto abierto de la marca italiana al mercado americano se sale de rango.
Una frenada con paracaídas
Bien sabe el lector cuál es el espectáculo que despliega un dragster a la hora de parar su cósmica aceleración. Bien, pues lo que se puede decir acerca de la frenada de la XDiavel es que está a la altura de su demoledora aceleración, sujetando ese ímpetu con la misma contundencia que lo engendra su motor.
El equipo Brembo con sus dos discos de 320 mm y sus pinzas Monoblock M50 de anclaje radial, apoyado sobre una horquilla invertida, con sus sólidas barras de 50 mm, contiene toda la furia que desata este auténtico pepino al estilo de los USA.
En cuanto al freno trasero, contribuye con su disco de 265 mm a parar la moto en las frenadas más exigentes, además de mantenerla horizontal durante la aceleración, por violenta que resulte.
Como último apunte en el capítulo de la retención, hacer una alusión al embrague con sistema antirrobote, que te asiste en las reducciones más exigentes, un detalle de valor añadido, teniendo en cuenta la sonora compresión del bicilíndrico en ele.
Precio
Versión estándar:
20.290€
Versión S:
23.290€
Conclusión
Un modelo de posición custom, sobre una belleza de auténtico arrebato y una aceleración demoledora que sorprende con una rotundidad insospechada tanto en el llamado “Lado Oscuro de la Moto”, como fuera de él.
Bella como una diosa y de carácter racial como la deportiva más italiana; con postura cómoda y apacible como la cruiser más apreciada, y sofisticada hasta el detalle como la doble erre más vanguardista. Así es esta Demolition Bike que Ducati ha propuesto a los USA, y por supuesto a nosotros, a los del carácter más latino en consonancia con la propia marca boloñesa, y, ¿por qué no?, también con este espectacular modelo.
La noticia sobre Ducati XDiavel 2016: Demolition Bike es contenido original del blog de MoriwOki