Antes de llegar al momento de esta prueba, antes de subirme a ella, miraba esta bicilíndrica como una moto pensada principalmente, casi en exclusividad, para principiantes; sin embargo este concepto cerrado se abrió completamente a partir del momento en el que giré el acelerador a fondo para adelantar a un coche mientras circulaba por una carretera de doble sentido. Por ello he pensado que la forma más apropiada de calificar esta Kawa es a través del título que le hemos dado al reportaje.
Analicemos, punto por punto, lo que da de sí esta ER-6 F.
Posición en la Kawasaki ER6F
Encontramos un manillar elevado que nos deja el tronco erguido, mientras que al situar los pies, se apoyan sobre una posición elevada y llamativamente retrasada. Las piernas quedan tan arriba con respecto al asiento que las personas más altas, como un servidor (1,92) las llevarán bastante replegadas, aunque sin salirse de una postura natural.
Lo cierto es que la posición nos puede resultar un tanto extraña, en un principio, por el punto deportivo de las estriberas y el turístico del tronco, con los brazos cayendo de forma natural sobre el manillar cerca de nosotros. La cuestión es que terminas acostumbrándote y encontrando su sincronía con la suavidad, ligereza y sencillez que ofrece todo el conjunto.
Motor de la er-6f
Empuja con suficiencia, a pesar de su cubicaje y el número de cilindros, incluso las 8 válvulas muestran su genio a partir de las 7 mil rpm, lo que incluye su punto excitante en una moto tan sencilla.
Efectivamente, el motor muestra unos bajos y unos medios que sorprenden por su plenitud en un bicilíndrico de sólo 650 cc, presentando a esta pequeña Kawa no sólo como una moto de principiante, sino como algo más completo de lo que pueda transmitir su apariencia. Después, la respuesta en alta, que en la primera versión anterior rendía con una perfecta lógica, ahora tal vez se nos antoje algo corta siendo exactamente la misma de antes; pero es que ya sabe: Siempre queremos más. A pesar de ello, más tarde nos encontramos con un dato muy significativo que da una idea de que esta moto es capaz, desde luego, bastante más allá de las reducidas expectativas que alberga un principiante:
En nuestra pista de pruebas habitual, con quien firma este reportaje, su 1,92 m a cuestas, lo mismo que sus 107 kilos, el motor de la ER6-F estiró y estiró hasta alcanzar los 200 km/hora justos en su marcador digital.
Además de esa respuesta y esas prestaciones, la conducción de la moto en general es una pura delicia; sirva como muestra de ello el dulce tacto de su cambio, tan suave que permite subir de marcha sin embrague a casi cualquier régimen; tal vez por eso contrasta la cierta dureza del asiento que podría llegar a ser molesta en desplazamientos largos.
Vibraciones en esta kawasaki
De un bicilíndrico cabe esperarlas, lógicamente; sin embargo en el 650 de Kawa se dejan sentir poco más que como un cosquilleo, y a menos que seas un sibarita de las motos eléctricas, no sólo no te molestará, sino que las agradecerás para sentir viva la moto.
Parte Ciclo
Este modelo, que sería perfectamente simétrico por ambos lados si no fuese por su nuevo basculante, ofrece, como era de esperar, un comportamiento absolutamente noble y muy equilibrado. A ello contribuye la forma del depósito en particular y la geometría en general que buscan una carga extra sobre el tren delantero para dotarle de mayor agarre; en ese punto la horquilla responde ahora con un comportamiento más deportivo que la última versión que probé, compensándose de esa forma con el tarado del amortiguador, de esta forma toda la moto se ajusta perfectamente a los rapidísimos cambios de dirección que permite el chasis y sus geometrías.
Lo cierto es que esta ER-6 F representa en sí misma el paradigma de la agilidad, como hemos ido apuntando, a pesar de los 211 kilos que marca sobre la báscula. Una moto a la que, además, ya no pondremos entre las espada y la pared, como con la última versión al llevarla con un ritmo vivo por las carreteras de montaña.
La Frenada de la ER6F
Los dos discos lobulados de 300 mm, con pinzas Tokiko que monta delante se muestran potentes y dosificables al mismo tiempo, ofreciendo una frenada perfectamente equilibrada con las prestaciones del bicilíndrico de 650. El disco trasero, también lobulado y con 220 mm de diámetro, ofrece un apoyo excelente para mantener horizontal el conjunto a lo largo de una frenada que, ya de por sí, no necesita una retención extra en el tren trasero.
El ABS, por su parte, se muestra un punto conservador, aunque la frenada de la ER-6 F es tan efectiva que no resulta comprometido el hecho de que su intervención la alargue algún centímetro de más.
Aerodinámica
Con su silueta tan recortada y tan ajustada al cuerpo de la moto, no podemos esperar mucho en el aspecto de la protección. Lo cierto es que el apartado en el que realmente se aprecia la presencia del carenado en la versión F de la ER-6 es en el de la penetración aerodinámica.
En ese aspecto sí que se siente efectiva, sobre todo y como es el caso de quien firma, después de haber probado varias ediciones de la versión N. Si acoplas bien las piernas sobre la ergonomía del depósito y la estrechez del chasis en ese punto, no sentirás el impacto del viento, sino su paso por los flancos. En cuanto a la parte delantera y la cúpula, no son muy altas, sin forzar, sentiremos cómo desvía el flujo del aire hacia el casco, librando al pecho de su impacto; un efecto que facilita la baja altura del asiento con respecto a esa cúpula y al depósito.
Una Moto de Principiante y Medio
Desde hace mucho tiempo he ido acumulando un interés especial por probar este modelo, pensando, en los años durante los que estuve dirigiendo otras dos escuelas de conducción, en un consultorio, también de conducción, que atendí y en todos los principiantes que, a través de cualquier medio, incluso en persona, me han pedido asesoramiento a la hora de comprar una moto.
Kawasaki presenta con esta ER-6, ya sea en la desnuda, N, como en esta carenada, la F, una de las propuestas ideales para iniciarse. Desde luego, se trata de algo que salta a la vista, no sólo con sus formas, su peso y su tamaño, sino también con pequeños detalles, aunque no por ello poco significativos, como son, sin ir más lejos, la maneta del embrague con su distancia regulada hasta el puño, un recurso poco corriente que hace mucho más fácil el juego con el acelerador a los que empiezan y conducen todavía con algunas imprecisiones.
Otra característica significativa de la ER-6, pensando en los principiantes, es que, dado su peso y su estrechez, soporta mucho mejor que otras motos la el severo recorte que supone para cualquier modelo una limitación administrativa para el carné. No obstante, el principiante que la conduzca con esa restricción del motor, puede disfrutar de la soltura que ofrece esta moto en cualquier carretera retorcida, siempre que lo haga en solitario. Sin embargo, si ese principiante sobrepasa -como en el caso deun servidor- los cien kilos, si acostumbra a viajar con acompañante y si, además, carga la ER 6 con el equipaje necesario, deberá tener en cuenta que el motor limitado ya no tendrá esa facilidad natural –ni más ni menos que la que debiera- para volver a poner todo el conjunto sobre la vertical cuando abra gas a la salida de cada viraje. Necesitará, por tanto, forzar el contra manillar hacia el interior para enderezar esta seis y medio.
Longeva hasta el extremo
Podremos como referencia el caso de un cliente de los talleres TCM, que cambió el motor de su Kawa ER-6 F a los 270.000 kilómetros, pero no por una avería interna propiamente dicha, sino por un problema de contaminación. Con el motor nuevo ya lleva hechos cien mil kms más, con lo que la moto tiene en la actualidad 372.000.
Pasajero en la er6f
Su plaza es llamativamente espaciosa, en una moto tan estrecha y ligera. Y las estriberas, con sus tacos de goma bien mullidos, dejan sus piernas en una posición tan natural como relajada para hacer muchos kilómetros.
Detalles en la prueba kawasaki er6f
Unos ganchos, muy discretos y anclados sobre la aleta trasera nos facilitan la sujeción de cualquier objeto sobre la plaza trasera. Un recurso sencillo y barato que sin embargo muestra el cuidado que Kawa ha puesto en el detalle para un modelo tan popular.
Pegas kawasaki er-6f
Los Retrovisores
Reducen su campo de visión al encontrarse tan adelantados, con lo que su regulación a nuestra altura y postura resulta bastante crítica. Se agradecería unos espejos con esa curva panorámica que ampliaría la visión de nuestra retaguardia.
El Botón de arranque
Si se toca por accidente con el bicilíndrico en marca, provoca la protesta del béndix del motor de arranque e incluso se ve bajar de intensidad la luz del faro cuando se produce el fiasco. Lo cierto es que a Kawasaki le resultaría bien sencillo eliminarlo.
Precios
6.199 euros
6.749 euros con ABS
Conclusión
La ER-6 F, es una moto para empezar, para soltarse, para aprender, pero que también ofrece un comportamiento y unas prestaciones para darle una continuación en el tiempo, acompañando a su propietario después de haberse iniciado con ella para evolucionar hacia otras expectativas más llamativas y ambiciosas dentro del Mundo de La Moto. Por esa razón podemos poner el título a este artículo diciendo que esta Kawa es Una moto de Principiante y medio.
La noticia sobre Kawasaki ER6F: Una moto de principiante y medio es contenido original del blog de MoriwOki
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