domingo, 8 de abril de 2018

KTM la1290 Super Adventure S: Sencillamente, un espíritu soberbio

Antecedentes de la 1290 Super Adventure S

Los comentarios precedentes con los que este modelo llegó a mis manos no podían ser mejores, la verdad; si bien es verdad que resultaba ineludible el filtro por el que los hacía pasar con un obligado escepticismo, a pesar de que algunas de esas palabras me llegaban avaladas por conocidos y amigos que me transmiten toda la confianza. Bien, pues llegada por fin esta moto, que hace el tres en el orden de la saga 1290 de KTM que pasa por las manos de un servidor, por increíble que parezca, ha conseguido sorprenderme, y además lo ha hecho desde kilómetro 1 que he recorrido sobre ella. Veámosla de una forma detallada.

Bien es verdad que desde el momento en el que giré por primera vez el acelerador de un 1290, me formé la impresión de estar conduciendo el motor más suave que jamás haya construido la marca austriaca; y lo cierto es que en esta maxi trail, bien sea por el efecto de control que ejerce el manillar, bien sea por la posición más elevada que la de sus hermanas naked y GT, la cuestión es que se percibe más fácil, de una conducción más dócil aun, e incluso las vibraciones parecen sentirse menos aun que en aquéllas.

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La 1290 Super Adventure S: Una moto de dentro a fuera

Esta vez vamos a romper el orden establecido con el que parece que se debe analizar una moto, y vamos a desgranar esta fantástica maxitrail desde dentro hacia fuera, no sólo porque las circunstancias de la prueba sobre la que se basa este reportaje se dieron de ese modo, sino porque quien firma este trabajo piensa que pararse en el primer momento a repasar las formas y el cromatismo para hacer un prólogo sobre el mero impacto estético que transmite esta soberbia moto, no sólo resulta superficial, sino que posiblemente alguno sacaría una conclusión prematura tan sólo porque no le entra del todo por los ojos, y se precipitaría lamentablemente al tacharla por ese nimio motivo en su lista de candidatas. Y es que, verdaderamente, este modelo como pocos te conquista con su espectacular comportamiento y te atrapa desde dentro hacia fuera.

Así pues, subámonos a la 1290 Super Adventure S sin mirarla, o al menos sin contemplarla, y arranquemos bajo la lluvia de la quinta borrasca seguida que cruzaba nuestra península durante el final del invierno.

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En marcha con la KTM 1290 Super Adventure S

De inmediato, ya en la primera rotonda o al doblar la primera esquina, esta KTM transmite una confianza insospechada. La forma de afianzarse a cualquier asfalto bajo una lluvia incesante resulta sencillamente prodigiosa. Tanto es así que, en un principio, una confianza tan inesperada incluso llega a generar cierta incredulidad; pero lo cierto es que la 1290 Super Adventure S gana la partida inevitablemente a nuestro recelo, de manera que cuando salimos a la carretera empezamos a aumentar más y más el ángulo de inclinación sobre el piso mojado hasta el punto de traspasar nuestros límites naturales y empezar a mirar las curvas siguientes en un modo mental seco. ¡Ojo, Tomás, que vas en mojado! Y más sorprendente de todo fue que, cuando paré, descubrí que no llevaba la moto en el modo Sport, con la entrega del motor más puntiaguda y, sobre todo, con el reglaje más duro de las suspensiones.

Así de contundente fue el arranque de esta prueba, en el que en definitiva, después de pasar por cien curvas, en algunos momentos lloviendo a mares, no vimos el límite de inclinación que alcanza esta KTM sobre algunos asfaltos mojados.

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Off Road

Bien. Después de destapar el tarro de todas las esencias que guarda esta KTM, sintiendo con toda intensidad la primera de ellas sobre el suelo mojado, encontramos la segunda a lo largo de una pista forestal bien pisada, eso sí, pero en el peor de sus estados a lo largo del año, con boquetes llenos de agua, con grava agrupada en rodales y con una cresta de barro en el centro que obligaba a una trazada casi tangencial sobre el camino para pasarla por encima. En este particular escenario, la 1290 Super Adventure S navega con soltura, resolviendo cada trance con fluidez, independientemente de que tanto el tren delantero como el trasero fuesen flotando por mero efecto de sus neumáticos de tipo mixto, sobrepasados en muchas circunstancias por el estado que ofrecía el camino y los elementos que iban apareciendo sobre él.

La cuestión es que la nobleza de toda la parte ciclo, con la bendición de la electrónica de sus suspensiones, hace verdaderas maravillas en esta moto que no sólo desplaza cierto tonelaje para el off road, sino que como toda maxi trail, carga una buena parte de esa masa sobre el tren delantero.

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Sólo nos queda pensar, después de esta toma de contacto con el campo empapado sobre la versión R, cómo resultará el comportamiento off road de la versión R calzada con tacos, no sólo por la tranquilidad que brindan sus llantas de radios al pasar por encima de los boquetes que el agua abre en el camino, sino en su altura más elevada y sobre todo en sus suspensiones con una recorrido alargado y sobre todo con un seting supuestamente más off road.

Un apunto que si debemos hacer respecto a los guijarros del camino que pueda lanzar la rueda delantera: hay que guardar cierta precaución con los bajos de la moto, porque si bien es verdad que el cárter va muy bien protegido, el codo del colector queda completamente expuesto a lo que pueda salir despedido de la pisada delantera.

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Siempre hay modos y maneras

La oferta electrónica de la 1290 Super Adventure S es variada, ordenada, sencilla e intuitiva, lo mismo que puede resultar, para un goloso, el pasillo dedicado a los chocolates en un hipermercado.

Rain

Empezamos por los modos de conducción, con el programado para la lluvia, que representa toda una despreocupación respecto de las posibles reacciones de la moto, al margen del propio comportamiento, pura nobleza, que como ya hemos descrito muestra bajo estas condiciones. Porque bastante tiene ya el motorista con tratar de atisbar el panorama que se le viene encima bajo un agua que enturbia su visión a través de la pantalla del casco, y con soportar el frío y la humedad, como para encima preocuparse de un posible zarpazo en el tren delantero al frenar o en el trasero al abrir gas con energía y por puro descuido.

Fuera del Asfalto

En el modo Off road, con el ABS trasero desconectado, las suspensiones parecen disponerse en situación de prevengan (consultar lenguaje militar) para funcionar como auténticos elásticos, actuando como salvaguardas ante los previsibles impactos que guarda para proyectar contra la moto un terreno irregular. En cuanto al gas, el control de tracción deja hacer lo suficiente para virar con la moto derrapando, si ésa es nuestra voluntad, y sujeta el tren trasero en caso de que se cruce de una forma comprometida.

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Por la ciudad con la 1290 Super Adventure S

El modo Street adapta los 1.301 cc a la tediosa conducción diaria entre los coches, con una entrega muy suavizada, sin dejar de darnos, a la mínima insinuación, la potencia necesaria para salir los primeros del semáforo, escapando así de la jauría sobre cuatro ruedas, o también para abrir gas en un instante que nos libere del tetris en el que a veces nos encierra la formación de los coches sobre la avenida o la circunvalación.

Por último, un radio de giro próximo al trial nos hará el paso en medio de los atascos más densos mucho más fácil de lo que podremos suponer antes de subirnos a esta moto de travesía.

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A todo gas

En el modo Sport, la 1290 Super Adventure S saca todo ese genio KTM, con esa sensación de metal austriaco que tradicionalmente han trasmitido los modelos más carismáticos de la marca. Seleccionando este modo limpio y pleno, y subidos sobre una posición tan elevada, la maxitrail llega a sentirse como esa mala bestia que esperamos en un bicilíndrico gigante de talante deportivo. Si quieres vivir sensaciones fuertes, deja subir el cuenta rpm por encima de las 5.000 con el modo Sport seleccionado: llevando el tronco más bien erguido, al uso trail, y las pantorrillas rectas, aseguro al lector que se sentirá penetrando en el híper espacio.

Pero, en cualquier caso, esta afirmación no implica ninguna forma alocada de acelerar, siempre que se tenga la cabeza en su sitio, porque el software de KTM actúa también sobre las suspensiones, absorbiendo las inercias de la tracción, ya sea en vertical o bien con la moto tumbada, lo mismo que la deceleración en las frenadas más exigentes, que desde luego resultarán más previsibles en este modo que en cualquier otro.

Sonidos de la 1290 Super Adventure S

Desapareció el estridente traqueteo al ralentí, con el que algunos talibanes de otras marcas llamaba a la moto con malicia “corta césped”; también se ha atenuado ese sonido ronco y seco, tan característico de la marca, hasta quedar en un murmullo grave cuando el motor escala en el cuentarrevoluciones. Por otro lado, las vibraciones ya no son tampoco, ni mucho menos, las de modelos como la RC8 Track, por ejemplo.

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Pero, apreciando las aportaciones positivas que puede hacernos la Euro4, pensemos en el auténtico lujo que puede representar pasear a las 4 de la madrugada por las calles más estrechas de la ciudad, conduciendo una moto de 160 CV sin soliviantar el descanso del anciano más insomne.

Por último, los sonidos que sí se escuchan con claridad son los de las electroválvulas sobre la tija superior, trabajando para regular en plena marcha, en tiempo real, la compresión y la extensión de la horquilla ajustando el mejor seting para cada circunstacia.

La 1290 Super Adventure S sorteando curvas

Podemos arrancar este apartado con un titular para su conclusión: “KTM 1290 Super Adventure S, la mateares”.

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Lo cierto es que al encaramarte a la posición, tan elevada, incluso un punto más elevada en el trail de asfalto, tu primera impresión en marcha te aleja más incluso que tu intuición al observarla en parado de las verdaderas posibilidades que ofrece esta Super Adventure en un escenario cuajado de curvas, con el radio más variado que puedas combinar. Su equilibrio dinámico sobre el asfalto se tiene y se aguanta muy por encima, no sólo del límite permitido, sino mucho más allá del que marca el límite razonable. Verdaderamente habría que entrar en un circuito para comprobarlo, y por esta vez, sólo por esta vez, no lo hicimos; aunque tengo que confesar que nos hemos quedado con las ganas.

Ciertamente, en el momento del giro, la 1290 Super Adventure S es de las más ágil dentro del panorama maxi trail y en disposición de plantar cara a la legión de super erres que cubre el mercado actual, pero además de ello, esta soberbia KTM guarda un as ganador en su manga, cargado de magia dentro de su centralita: Lo vemos en el siguiente apartado.

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ABS en curva de la KTM 1290 Super Adventure S

Pienso que este apartado viene que ni pintado para que tomen nota los detractores de la electrónica en las motos actuales. A mí también me volvía loco Kevin Schwantz y me hacía soñar la Ossa Yakee; pero…

Se ha hablado mucho sobre este dispositivo y se han descrito las características técnicas del sistema, incluso se puede entender sin demasiadas dificultades, por lo que se termina comprendiendo, sencillamente, que el ABS actúa también para frenar sin peligro dentro de la curva. Pero, ¿cómo se percibe esta particular intervención subido a la moto, en marcha?

 

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Pues pongámonos en la comprometida situación de llegar demasiado rápido a una curva, lo que llamamos “llegar pasado”. En esa circunstancia, el efecto lógico es irse largo, con las apuradas consecuencias que se nos pueden venir encima. Si intentamos girar, se nos puede descomponer la moto cerrándose la dirección, con casi la seguridad de irnos al suelo, y si no lo intentamos, nuestro destino está muy desviado, demasiado, de la trayectoria buena que hubiéramos querido dibujar sobre la curva.

Bien, el ABS en curva nos permite girar con la intervención de una mano mágica y condescendiente sobre el viraje, aunque hayamos llegado más pasados de lo que hubiéramos deseado. La 1290 Super Adventure S se pliega hacia el interior en una especie de contracción, como si lo hiciera sobre una bisagra central que evidentemente no existe. Esa contracción absorbe la inercia sobrante para el giro y entra en la curva con una pasmosa naturalidad, después de haberse comido, literalmente, nuestro error, como si no hubiera pasado absolutamente nada.

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En cualquier caso, hablamos de una mano prodigiosa con origen digital, que tampoco es la Mano de Dios, y lo que acabamos de explicar, evidentemente, no es una invitación a tirarse a bocajarro sobre todos los virajes cerrados que se nos presenten en la carretera. Estaba claro, desde luego, pero este último párrafo era necesario por la mera corrección política y por si alguna mente despistada interpretaba a un peligroso albedrío la explicación.

La Frenada de la 1290 Super Adventure S

Yendo ya a la frenada en cualquier circunstancia, la podemos definir como contundente y mordaz, progresiva y dosificable al milímetro, y desde luego potente hasta resultar sobrada para las prestaciones balísticas que ofrece este pepino maxi trail. Así se siente, como no podía se de otra manera en el seno de la marca austriaca, la frenada  de la 1290 Super Adventure S en la maneta. Pero esta rotundidad sobre el asfalto seco, a la que no pone en entredicho la humedad, se muestra particularmente eficaz fuera del asfalto, deteniendo la moto con un aplomo sorprendente sobre el camino empapado, contando con el apoyo, únicamente, de los neumáticos mixtos.

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En cuanto al freno trasero, va un punto más allá de esa mera función geométrica que le encomienda mantener la moto lo más horizontal posible durante la deceleración y arrima el hombro para retener todo el conjunto.

El freno-motor es un ingrediente, directamente importado de las carreras de velocidad, que viene a sumarse al conjunto de la frenada para retener la moto de la forma más efectiva y estable, y además lo hace en tres modos seleccionables.

Protección de la 1290 Super Adventure S

Un apartado que merece una nota superlativa a una eficacia que no se intuye en parado, y cuyos efectos no compruebas al completo hasta que no te sumerges, por ejemplo, en la autovía de circunvalación cubierta por el mar de agua que levantan los coches en medio de un chaparrón. El resultado va en una diferencia: La de llegar calado hasta los huesos, o la sólo parcialmente mojado.

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La pantalla regulable se eleva mediante dos pomos dentados hasta su posición más alta, ampliando su protección con silueta de trapecio invertido sobre el tronco, que con la corpulencia de quien firma (1,91m x 108 kg), llega a ser, con un buen acoplamiento, en torno al 80%.

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En cuanto a las piernas, las solapas que abre el depósito para resguardar los muslos y las rodillas se extienden para poner a su abrigo el interior de las pantorrillas. Los pies no cuentan con una protección definida ex profeso; sin embargo podemos buscarnos las mañas, y es que cuando aprieta el frío lo hace para que busquemos cualquier recurso de supervivencia, cerrando las punteras sobre la llamativa estrechez que muestra el conjunto en la parte más baja para colocar los pies en una cuña que desvíe el flujo del viento por sus laterales, evitando así su impacto frontal.

Por último en este apartado, resaltar la protección completa de las manos, incluso con una talla 11 de guante, algo que no llega a verificarse con todos los protectores que se montan delante de puños y manetas.

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De noche con la 1290 Super Adventure S

El grupo de leds rojos, situados sobre la popa de la moto señalizan con la intensidad de un faro costero nuestra posición por la espalda. Y en lo que se refiere al grupo óptico que cubre el frontal del carenado para iluminar el panorama que se avecina, lanza un haz intenso que abre su foco sobre la carretera con la luz de cruce y que alcanza una remota lejanía con la de carretera (la larga). En cuanto a la luz diurna, resalta en el espejo retrovisor de cualquier coche al que nos aproximemos con suficiente destello como para llamar sobradamente la atención de su conductor.

Autonomía de la KTM 1290 SAS

El consumo medio que registramos en una prueba sobre mil carreteras de curvas y caminos soportando un viento horrible, con un ritmo bastante exigente, cuajado de continuas aceleraciones y cambios de marcha, fue de 6,8 litros a los 100, lo que nos da como resultado una autonomía de 330 km, en el peor de los casos, contando con los 23 litros del depósito. Algo que nos lleva a más de 400 km yendo por autovía a los 120 obligados por su límite.

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Detalles de la 1290 Super Adventure S

Llama la atención uno que resulta más bien propio de las limousinas sobre dos ruedas que de una aguerrida maxitrail: Una guantera completamente estanca para el Iphone, con toma USB interna incluida.

El control de crucero resulta casi obligado en una moto de grandes viajes, lo mismo que los anclajes para las maletas laterales y la parrilla superior sobre la que acoplar el top case, o una de esas bolsas, tan amplias como eficaces, que ofrece el mercado auxiliar para transportar nuestro equipaje.

La pantalla TFT ofrece un completísimo surtido de información, con textos explicativos incluidos, que se puede leer, aunque de forma muy justa, con 2 dioptrías de presbicia. El cuentarrevoluciones luce en esta KTM con un particular resplandor, empezando por los diferentes colores, desde el gris hasta el rojo, con los que se va iluminando su arco a medida que subimos de régimen.

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Los retrovisores ofrecen una visibilidad de auténtico lujo sobre lo que vamos dejando atrás, y una toma de corriente a 12 V se sitúa bajo la tapa estanca que encontraremos sobre la columna de dirección y debajo la pantalla TFT.

El caballete central de serie representa un apoyo de lujo, no sólo para engrasar cómodamente la cadena, también para cargar la moto con todo equipaje posible sobre la mejor estabilidad, igualmente para dejarla aparcada con más seguridad en estas condiciones. Por último, los puños calefactados entran en un paquete extra con el que también se ofrece el asiento calefactado para las dos plazas.

Mejorable

El caballete lateral, o pata de cabra, se pliega a medias aplicando un solo golpe del tacón, y obliga a acompañarla con el pie hacia atrás para quedar completamente recogida. Si bien es verdad que este detalle podría ser achacable únicamente a la unidad de prensa cedida.

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Precio

17.499

Conclusión

Una moto sorprendente desde el primer momento en el que sientes el equilibrio dinámico sobre ella. Su forma de negociar las curvas de cualquier radio, prácticamente en todo tipo y condiciones de asfalto, te dejará perplejo en más de una ocasión, resultando incontestable en las carreteras de curvas que componen nuestro particular menú de conducción para las salidas dominicales. Una moto con una frenada rotunda y segura, contando con el valor añadido de un ABS en curva que parece funcionar por pura magia. Una moto con la que, además de todo ello y tal vez por encima de ello también, podrás viajar hasta los confines del planeta, llevando cómodamente contigo a pasajero más entrañable, y una moto que te permitirá, además, ir soñado con ese viaje mientras te trasladas diariamente a tu trabajo atravesando la engorrosa jungla de asfalto.

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La noticia sobre KTM la1290 Super Adventure S: Sencillamente, un espíritu soberbio es contenido original del blog de MoriwOki


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